La Depresión Sonriente es uno de los casos más difíciles de tratar. Más conocida como
“Depresión Atípica”. Es un tipo de depresión clínica, reconocida por la OMS como enfermedad
y que implica cambios en la química del cerebro.
En éste caso las emociones verdaderas están guardadas y las personas a su alrededor no
advierten que es posible lucir una sonrisa y al mismo tiempo tener ideaciones suicidas sin
motivos que le conduzcan a ello. Internamente, quien la sufre, piensa que el mundo estaría
mejor sin él o ella. Detrás de una aparente felicidad luchan con una fatiga interna, baja
autoestima, tristeza profunda y sentimientos de desesperanza.
Otros síntomas:
Aparenta una vida feliz y libre de problemas.
No sabe decir “NO” en el trabajo
Cuida demasiado su imagen.
Suelen dormir demasiado y problemas de apetito.
Explosiones de ira, sin motivo aparente. Temperamental.
Constantes cambios de humor.
Siempre está ocupado en el trabajo, con el fin de huirle a sus problemas.
Tiende al perfeccionismo. Se exige metas demasiado altas.
No tiene amigos en quien confiar, ya que considera debilidad quejarse o mostrar
cualquier signo de depresión.
Recomendaciones:
- Si la sufres:
Es importante pedir auxilio a tiempo. Esto no es muestra de debilidad ni de
fracaso.
Hablar con alguien de confianza, un amigo, familiar o alguien con conocimiento
en la materia.
Solicitar ayuda profesional sanitaria para su debido tratamiento.
Va a ser clave aprender sobre “Gestión de Emociones”. - Si eres amigo:
Debes armarte de paciencia y cariño. El contacto personal, una conversación
profunda y espacio para hablar de luchas internas puede ayudar mucho.
No te fíes de que “Todo está bien en su vida”. Ayúdale a expresar con confianza
sus temores.
Evita darle sermones, tan solo permite un diálogo de corazón a corazón.
Ante la presencia de buenos amigos, toda pesada carga se hace más leve.
Hablar del verdadero significado de la felicidad, que no consiste en ausencia de
problemas.